La Visión es la sangre de una organización. Es lo que la mantiene yendo hacia adelante. Entonces… ¿por qué algunos la redactan tan, pero tan mal?
Es así. Cuando las organizaciones redactan su Visión, algunas lo hacen bien, otras lo hacen muy bien, pero algunas, lo hacen mal… ¡muy mal!
¿Tú crees que existen visiones mal redactadas?
Nosotros creemos que sí, que cada vez hay más y más. Y esto ocurre porque, para algunas personas, la Visión solo sirve de adorno; es, simplemente, algo para poner en las entrada de la organización.
Para otros, la visión solo cumple una formalidad del tipo “Las organizaciones serias deben tener Visión, por eso debemos tener la nuestra”.
Es con este enfoque de formalidad que algunas personas crean Visiones poco entendibles; no saben que una Visión -cuando se vuelve poco entendible- no es saludable y que, inmediatamente después de su aprobación y comunicación, nadie recuerda qué dice ni para qué sirve ni cómo conectar sus acciones del día a día con la Visión.
De esta forma, su trabajo se convierte solo en trabajar, trabajar, trabajar y seguir trabajando para cobrar un sueldo todos los meses. No hay nada más.
Internet desnuda visiones mal redactadas
Algunas de las Visiones que leemos en Internet causan estupor. Tanto que algunas veces ni siquiera terminamos de leerlas por lo extensas y aburridas que son.
¿Será que quienes la redactan y aprueban no saben que una Visión mal redactada deja al lector en el mismo lugar, no lo mueve, no lo emociona, no le produce nada?
También leemos que algunas organizaciones declaran su Visión en forma muy simplista, poco motivadora y muy poco o nada retadora, de tal manera que limitan su propio desarrollo.
Hoy en día, el error ya se ha generalizado
Cada vez son más y más los que expresan ideas sencillas en su Visión, pero de manera pomposa, grandilocuente y rimbombante.
El problema es que esa forma de expresión tiene consecuencias: la Visión deja de tener significado porque no se entiende.
Frases largas, interminables, o con expresiones vagas y excedidas aunque –claro- suenan bien para quienes las han redactado. Por ejemplo:
“Cumpliremos todas sus expectativas”
“Lograremos la excelencia”
“Actuaremos con ética”
“El cliente es nuestro eje central”
“Contribución al desarrollo”
“Responsabilidad social”
“Brindando un servicio con integridad, solidez y compromiso”
“Excediendo las expectativas de los consumidores”
“Brindando opciones viables para el desarrollo productivo y social”
“Reconocida por valorar y desarrollar el talento humano”
“Prestar servicios de manera eficaz, eficiente, responsable y de alta calidad”
“En beneficio de sus clientes, colaboradores, accionistas y las comunidades en donde actúa”
“Consistentemente excede las expectativas de sus clientes y consumidores a través de la permanente innovación y desarrollo”
“Actuando con eficacia, eficiencia, pertinencia, coherencia, rentabilidad e impacto”
“Reconocidos como una organización con una cultura de modernidad, transparencia e innovación”
¿Entonces cómo debe redactarse una Visión?
Todos sabemos que una Visión -entre otros conceptos- debe ser:
- Fácil de captar y recordar
- Inspiradora
- Una declaración de retos para su logro
¿Estás de acuerdo?
Si lo estás, te proponemos un ejercicio cuyo resultado te va a sorprender.
Hemos elaborado un documento especial en el que insertamos textos con la Visión real de universidades, industrias, empresas grandes, PyMEs y también de organizaciones públicas de América y España.
Realmente te vas a sorprender. Algunas de ellas están mal, muy mal redactadas.
Descarga gratis el documento: https://www.tablero-decomando.com/socios/formulario.asp?f=604
En ese mismo documento encontrarás también nuestra idea de cuándo una Visión está bien redactada y cómo la redactamos en el Club Tablero de Comando cuando somos convocados para una consultoría in house.
Gracias por compartir las experiencias y dar luces para redartar una vision que se ajusted a la verdad
en base a lo propuesto la visión es la vida de una institucion
hay malas redacciones de vision y peor aun muchas empresas que la vision radica en la mente del dueño.